Brañas pertenece al municipio de Piedrafita do Cebreiro, parroquia de Zanfoga.
Para llegar a Brañas se accede desde Zanfoga por la carretera asfaltada que pasa por Vega de Brañas y llega a Brañas.
Esta ruta esta muy mal señalizada, nosotros, a nuestro pesar, no llegamos hasta chan de pena, aun asi fue una ruta divertida y con unas vistas dignas de ver.
Para llegar hasta el pueblo de Chan de Pena hay que adentrarse en un bosque de pinos silvestres y tomar un desvío a la izquierda que lleva en descenso hasta los prados del pueblo, donde finaliza la ruta. Y la vuelta se hace por la carretera asfaltada.
Su longitud es de 16 Km. El recorrido serpentea los montes colindantes con la provincia de León y la sierra del Caurel. Toda ella es un recorrido magnífico para observar la riqueza natural: bosques autóctonos, manantiales, raíces y plantas medicinales.
Después de andar 16 km (y sin llegar a nuestro destino) decidimos coger el coche y parar a comer en O Cebreiro, pueblo que se dio a conocer con el comienzo de las peregrinaciones. Puedes visitar la iglesia, las pallozas, descansar y apreciar las vistas... y sobre todo comer bien!!!
Nunca recuerdo el nombre del restaurante donde comimos (y siempre que voy, como alli) pero es el restaurante que esta mas pegado a la iglesia. Se como muy bien y casero. El menú del peregrino cuesta unos 12e el fin de semana.
Brañas pertenece al municipio de Piedrafita do Cebreiro, parroquia de Zanfoga.
Para llegar a Brañas se accede desde Zanfoga por la carretera asfaltada que pasa por Vega de Brañas y llega a Brañas.
Esta ruta esta muy mal señalizada, nosotros, a nuestro pesar, no llegamos hasta chan de pena, aun asi fue una ruta divertida y con unas vistas dignas de ver.
Para llegar hasta el pueblo de Chan de Pena hay que adentrarse en un bosque de pinos silvestres y tomar un desvío a la izquierda que lleva en descenso hasta los prados del pueblo, donde finaliza la ruta. Y la vuelta se hace por la carretera asfaltada.
Después de andar 16 km (y sin llegar a nuestro destino) decidimos coger el coche y parar a comer en O Cebreiro, pueblo que se dio a conocer con el comienzo de las peregrinaciones. Puedes visitar la iglesia, las pallozas, descansar y apreciar las vistas... y sobre todo comer bien!!!
Nunca recuerdo el nombre del restaurante donde comimos (y siempre que voy, como alli) pero es el restaurante que esta mas pegado a la iglesia. Se como muy bien y casero. El menú del peregrino cuesta unos 12e el fin de semana.